Es un gas altamente venenoso que se produce por una combustión deficiente de cualquier combustible. Este gas se propaga rápidamente en el aire del ambiente y su inhalación provoca lesiones graves a la salud y puede ser mortal
Cualquier artefacto utilizado para quemar algún tipo de combustible puede producir MONOXIDO DE CARBONO si no se tiene suficiente oxígeno para realizar la combustión. No sólo los artefactos que funcionan a gas generan este gas sino también aquellos que funcionan a kerosene, a leña o carbón
Indicios que señalan la presencia de monóxido de carbono en el ambiente:
- Coloración amarilla o anaranjada de la llama, en lugar de color azul.
- Aparición de manchas o tiznado en las paredes; decoloración de los artefactos, de sus conductos de evacuación de gases o alrededor de ellos.
Una de las principales causas de la aparición de monóxido de carbono está en el mal estado de los artefactos de gas o en sus instalaciones, por ejemplo
- Insuficiente ventilación del ambiente en donde hay una combustión.
- Artefactos en mal estado o no funcionan correctamente.
- Instalación de artefactos en lugares inadecuados
- Mal estado de los conductos de evacuación de los gases de la combustión: desacoplados, obturados, deteriorados o mal instalados
- Quemador de gas con la entrada de aire primario reducida.
- Acumulación de hollín u otro material en el quemador.
- Hacé revisar una vez al año los artefactos de gas por un gasista matriculado.
- Respetar las normas técnicas de instalación (NAG 200) y siempre deben ser realizadas por un gasista matriculado.
- Colocá rejillas de ventilación permanentes. Son obligatorias para todo artefacto de cámara abierta.
- Chequeá siempre que los conductos de evacuación de gases no estén rotos o tengan obstrucciones.
- La llama del gas siempre tiene que ser azul.
- Llamá siempre a un gasista matriculado para que revise los artefactos de gas y las ventilaciones de tu hogar.
- No utilices las hornallas y los hornos para calefaccionar.
- Si tenés un detector de monóxido de carbono, activalo siempre.
- Mantené las hornallas de la cocina limpias de líquidos y alimentos porque eso obstruye los quemadores y genera una mala combustión.
- Aprovechá al máximo la capacidad calórica de los artefactos, no los tapes con cortinas ni muebles.
- No tapes los artefactos con cortinas ni muebles.
- Los artefactos de gas instalados en baños o dormitorios sólo deben ser de tiro balanceado.
- Dejá siempre una rendija abierta; es importante que haya circulación libre de aire desde el exterior.
- Si vas a habitar una vivienda que ha permanecido cerrada por mucho tiempo, hacé revisar las instalaciones internas por un gasista matriculado.
- Verificá al comprar artefactos que los mismos sean aprobados por un organismo certificador.
Una intoxicación leve se manifiesta con debilidad, cansancio y tendencia al sueño; dolor de cabeza, náuseas y vómitos; dolor de pecho y aceleración del pulso en la primera fase.
Una intoxicación grave puede producir temperatura corporal baja; inconsciencia, respiración irregular, convulsiones, pulso lento y/o irregular, tensión arterial baja, y hasta paro respiratorio.
Abrí las puertas y ventanas para ventilar el ambiente.
Apagá los artefactos de gas.
Solicitá atención médica inmediatamente, llamando al 911.
Trasladá a la persona intoxicada a un área libre de gases tóxicos; preferentemente, llevala a un lugar al aire libre.
Mantené a la persona abrigada y recostada.
Si la persona está inconsciente, tomale el pulso y cerciórate de que respire.
En caso de que haya tenido un paro respiratorio, deberás practicarle reanimación cardio-pulmonar.
Asegurate de que la ambulancia esté en camino.
ntes de regresar a tu domicilio, hacé verificar las instalaciones por un gasista matriculado para identificar y corregir los desperfectos de la fuente que povocó la intoxicación.